Actualmente, y gracias a los avances tecnológicos y la economía de escala, el coste de la energía solar fotovoltaica se ha reducido de forma constante desde que se fabricaron las primeras células solares comerciales, aumentando a su vez la eficiencia, y su coste medio de generación eléctrica ya es competitivo con las fuentes de energía convencionales en un creciente número de regiones geográficas.
Otras tecnologías solares, como la energía solar termoeléctrica está reduciendo sus
costes también de forma considerable.